El gran reto de las autoridades departamentales por estos días, es garantizar la recolección de la cosecha cafetera y, a su vez, evitar contagios de la COVID– 19. Por esta razón, el secretario de Agricultura de Antioquia, Rodolfo Correa, visitó el municipio de Venecia para socializar los protocolos que se tendrán en cuenta durante esta cosecha. En este encuentro, el secretario anunció la instalación de dos “centros de acopio” en el corregimiento de Bolombolo, pues en este lugar llegan los cerca de 50.000 recolectores que se necesitan en la subregión. Rodolfo Correa, secretario de Agricultura, se refirió a las medidas tomadas. “Hemos dispuesto en el municipio de Venecia un centro de atención y orientación para la realización de tamizajes; simultáneamente en Bolombolo vamos a instalar dos centros de acopio de transporte para garantizar el menor número de aglomeraciones y la mayor celeridad en el desplazamiento a los municipios o fincas”.
Estos dos centros de acopio se instalarán con el fin de evitar aglomeraciones entre los recolectores, pues es en este corregimiento donde, habitualmente, se aborda el transporte para la mayoría de los municipios cafeteros de la subregión, así lo afirmó Óscar Andrés Sánchez, alcalde de Venecia. “A Bolombolo es a donde llegan más o menos 50 mil recolectores que van hacia los diferentes municipios del Suroeste. Hemos identificado dos posibles sitios por fuera del área urbana del corregimiento donde entrarían los que vienen de Medellín y La Pintada para desplazarlos desde ese lugar a las diferentes fincas cafeteras”.
Y es que entre 7.5 y 7.8 millones de sacos se esperan recolectar durante esta cosecha cafetera en el país, para un total en el año cafetero de 14 millones. Lo esperado, según el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, pero suma condicionada esta vez por un detalle: LA PANDEMIA, por COVID- 19. Dice el directivo Roberto Vélez Vallejo que la institucionalidad cafetera está haciendo todo lo concerniente para que esa suma, no se afecte, y tampoco, la salubridad de los habitantes de las zonas de cosecha. “La prevención es el primer paso y esto depende de un protocolo, de un trabajo con las autoridades para que ese protocolo se cumpla, de un trabajo con los cafeteros para que lo conozcan. Tener a disposición de los productores material de protección para que puedan llevar a la finca. Dar un esquema para que los recolectores se ciñan a ese protocolo y acompañar a los caficultores”.
Recalcó el gerente que es asunto de todos y que el compromiso número uno es recolectar la cosecha con mano de obra local, evitando al máximo el ingreso de personal foráneo, sin embargo, consciente de que las fincas superiores de 5 hectáreas, que son 20 mil en Colombia, requerirán indefectiblemente personal de otras partes, con carnetización, tamizaje de salud y distribución.
Por su parte los miembros de Dignidad Cafetera no están del todo convencidos con relación a las medidas de la Federación Nacional de Cafeteros para garantizar la recolección de la cosecha cafetera que inicia, teniendo en cuenta la particularidad del momento: evitar la propagación de la COVID- 19. “Se han dedicado a recolectar y brindar información, pero la responsabilidad final recae en los productores y no es el deber ser”, expresó Luis Gonzaga Cadavid, directivo del movimiento Dignidad Agropecuaria.
Guillermo Gaviria, líder cafetero del Suroeste antioqueño, planteó que, si bien la aplicación del protocolo de bioseguridad y la entrega respectiva de elementos ha resultado importante, lo cierto es que la mayoría de caficultores del país no tienen cómo hacer las adecuaciones solicitadas –y menos- comprar insumos exigidos. Otro temor de Dignidad Cafetera se centra en los costos de producción, pues la adecuación con los elementos y espacios de bioseguridad, exigen una inversión que deberá descontarse de los réditos económicos de la cosecha.
Las noticias del Suroeste antioqueño están en Conexión Sur.