Antes que se registrara la triste noticia de la masacre de la familia Molina Galeano, en la vereda Girardot de Ciudad Bolívar, la Gobernación de Antioquia había liderado la actividad denominada: en el Suroeste cosechamos vida, buscando precisamente generar consciencia sobre la importancia de convivir en paz y rechazando los actos violentos. Allí se dieron cita el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, los alcaldes del Suroeste antioqueño, líderes sociales y distintos grupos poblacionales.
“Una manifestación por la vida, un rechazo a la violencia. Los más importante es que nos reunimos todos para rechazar esas situaciones violentas que han afectado al Suroeste”. Afirmó el mandatario de los antioqueños.
Hace un año ocurrió en Betania una masacre donde le fue arrebatada la vida a 10 personas y el pasado 17 de octubre ocurrió otra que dejó cuatro víctimas, lo que llevó al gobernador a defender este tipo de reuniones aduciendo una máxima que tristemente se presentaría dos días después del evento: “Seguramente mañana los violentos nos golpearán de nuevo, pero de todas maneras en algo contribuye la reacción ciudadana, la resistencia, porque es más fácil llevar el dolor con la compañía de otros”.
Por su parte los alcaldes manifestaron su total apoyo a actividades como esta. Carlos Londoño, mandatario de Salgar. “Es una manifestación que nos alienta a continuar el trabajo en cada uno de nuestros municipios. Sembrar y cosechar vida con deporte y cultura desde las familias”.
Si bien en Betania se hizo una exaltación de la importancia de la vida por encima de cualquier tipo de diferencia, la realidad registra una cifra escabrosa con 14 masacres ocurridas en Antioquia en lo que va corrido de 2021, cinco de ellas perpetradas en el Suroeste antioqueño.
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