“Yo fui abusada sexualmente, fui golpeada y tirada al río”. El testimonio de Diana Serna hace erizar la piel el más estoico o indiferente ser humano… ella sobrevivió al ataque de un hombre el 30 de noviembre del año pasado mientras trabajaba recolectando café en la vereda Los Mangos, zona rural de Salgar. “Yo estaba cogiendo café y cuando iba para mi casa por la carretera salió un hombre de la nada que me atacó con un palo, me tiró a una cuneta e hizo conmigo lo que quiso”.
Horas más tardes, fue encontrada en la quebrada La Liborina, la señora Luz Marina, quien tristemente no corrió con la misma suerte de Diana. “Ella tenía una cita médica como a las 11 de la mañana, eso sucedió a dos cuadras de la casa de ella. La señora al parecer vio lo que me estaba pasando y por eso fue golpeada, asesinada y tirada al río”.
Con el pasar del tiempo los testimonios de agresión contra las mujeres de Salgar suman ya seis casos, dos de ellos han terminado con víctimas fatales. El más reciente se presentó este 9 de marzo en la vereda La Yaruma, donde una mujer fue atacada por un sujeto que, tras pedirle agua, aprovechó la atención que ella le brindaba para violentar a su víctima. Cansadas del abuso, las salgareñas se aunaron para exigir respeto a través de una marcha que resonó en las calles del municipio y que fue convocada entre otras personas, por la lideresa Mariana Gallego. “Ya son muchas mujeres agredidas. No sabemos cuántos abusadores son o si es solo uno. Estamos en zozobra hace muchos meses”.
Así se vivió la movilización en Salgar.
La voz se alzó en un pueblo que con resiliencia aún busca superar la tragedia que marcó con tristeza su historia el 18 de mayo de 2015, cuando la creciente súbita de la quebrada La Liboriana se llevó la vida de más 120 personas… subió desde el parque hasta la misma cima del cerro Plateado, con la esperanza de cientos de mujeres que exigen tranquilidad y seguridad en un pueblo que, pese a la violencia, quiere seguir ostentando con orgullo ser el Rincón de Oro del Suroeste antioqueño.
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