La carne, un elemento tan común en la alimentación de los habitantes de esta región, ya parece ser un artículo de lujo en la canasta familiar, su precio ha superado estándares. Sin embargo, los expertos aducen que esta situación se presenta debido a la exportación desde Colombia. Olmer Solis ha sido por años expendedor de carnes en Andes y por su rol directivo en la Cooperativa de Expendedores de Carnes Coopexca, aduce que: "La alta demanda de proteína en el mundo ha hecho que Colombia crezca en la producción ganadera, incrementando el precio a los estándares internacionales".
En lo que respecta con el contexto local, el Suroeste redujo notablemente las plantas de sacrificio que tenía al no poder cumplir a cabalidad con las exigencias del decreto 1500 de 2007, requisitos que aunque pretenden mejorar la calidad del producto, dificultó la posibilidad de consumir carne, puesto que desde este punto los consumidores empezaron a disminuir el gasto, esto sumado a situaciones políticas dejan a dos regiones como el Suroeste y al Chocó lejos de acceder este producto.
Los consumidores finales son quienes ven como las porciones de proteína disminuyen en sus alimentos, son quienes tienen que cambiar su forma de cocinar, de atender sus negocios e ingeniársela para hacerle trampa al organismo con un poco más de arroz.
Ahora el panorama no parece ser muy alentador, respuestas prontas a esta situación aun no se visualizan, por el contrario cada vez está más lejos la posibilidad de acercar el sacrificio a la región, esta una actividad que produce decenas de empleos y desarrollo para estos municipios.
Para los expertos en esta materia, el alza de estos productos cárnicos no parece haber tocado techo, según lo informan los gremios, la libra de carne puede llegar fácilmente, los 15.000 pesos.
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