
A finales de 2020, en medio de la crisis generada por el Covid-19, el biólogo, botánico y fotógrafo Saúl Hoyos recibió una invitación que marcaría un hito en su trayectoria. Su amigo, el arqueólogo Pablo Aristizábal, lo convocó a recorrer la base de una formación volcánica en el Suroeste antioqueño como parte de los estudios para la conservación del Parque Cerro Tusa.
Lo que comenzó como una caminata se convirtió en múltiples expediciones a lo largo del territorio, desde Venecia hasta la cima de la pirámide natural más grande del mundo. Durante estos recorridos, Saúl fue documentando la biodiversidad del lugar hasta que, el 19 de diciembre de 2020, un hallazgo en medio del bosque captó su atención: una planta de tonalidades vibrantes que parecía arder entre el verdor.
Fotografías: Comfama
El proceso para determinar si se trataba de una nueva especie exigió un riguroso análisis. Primero, se colectó un ejemplar con todas sus partes y la información asociada para su comparación con colecciones de herbarios y bases científicas a nivel mundial. John R. I. Wood, especialista en la familia Acanthaceae e investigador del Jardín Botánico de Londres, colaboró en la verificación, sin encontrar registros previos de la planta.
Posteriormente, se redactó un artículo científico sometido a revisión por pares en una revista indexada, asegurando la validez del hallazgo. Finalmente, siguiendo las normas del Código Internacional de Nomenclatura Botánica, la nueva especie fue nombrada Aphelandra montis-tusae, en honor a Cerro Tusa. Su referencia se conserva en un herbario como colección tipo para futuras investigaciones.
El artículo científico destaca que esta especie es endémica de Cerro Tusa, un sitio sagrado ancestral de la cultura Zenufaná. Actualmente, este territorio es resguardado por Comfama, el municipio de Venecia, Activa y la Gobernación de Antioquia, con el propósito de convertirlo en un espacio de conservación, turismo sostenible y desarrollo local.
Stefanía Fernández, responsable de Sostenibilidad y Diversidad de Comfama, enfatizó diciendo. "Este hallazgo nos recuerda la necesidad de reconectar con la naturaleza y asumir una transformación cultural que priorice la conservación y regeneración de los ecosistemas. Desde Cerro Tusa y otros espacios naturales, trabajamos por preservar la vida en todas sus formas."
El descubrimiento de Aphelandra montis-tusae subraya la importancia de Cerro Tusa como refugio de biodiversidad. Aunque el tamaño de su población y las amenazas que enfrenta aún son desconocidas, su preservación está intrínsecamente ligada a la protección del ecosistema.
Información: Comfama.
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