Duván Graciano, personero municipal de Andes, llegó al cargo a través del concurso público de méritos hace 10 meses. Como a sus colegas, le ha tocado duro, no solo por lo demandante que puede ser el cargo para todo aquel a quien el Estado disponga para la protección de los Derechos Humanos, sino por situaciones como la pandemia y recientemente se sumó una preocupación MAYÚSCULA: amenazas contra su vida y la de su familia. Las profirió un detenido, paradójicamente, cuando Duvan velaba por la protección de los derechos de personas privadas de la libertad. “Tristes, intranquilos y preocupados por la situación de orden público en el municipio, pero además porque ya fuimos objeto de amenaza, situación que debe prender las alarmas en esta agencia del Ministerio Público y que ya se puso en conocimiento de las autoridades competentes”.
Y para aterrizar el discurso, simplemente ‘no aguanta’ estar amenazado, menos un municipio en el que se registran 20 homicidios entre diciembre y enero. Genera intranquilidad, desazón, angustia y miedo… las autoridades municipales ya recibieron la denuncia. “Seguimos intranquilos, esperamos que se le de celeridad al proceso de investigación, pero que también se adopten medidas de protección y que se actúe en materia de investigación con los grupos de inteligencia de la policía y la fiscalía para lograr desarticular a estos grupos que hoy tienen tan intranquila a la comunidad.
¿Qué pasará ahora? La espera desespera. Por lo pronto, el personero espera protección –y que- así como ha luchado por defender los Derechos Fundamentales de centenares de andinos, los suyos sean respetados. Otros casos de amenaza han ocurrido en subregiones como el Bajo Cauca, el Magdalena Medio y el Urabá antioqueño, pero en la capital cafetera de Antioquia, este se registra como el primer caso a un funcionario de esta categoría.
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