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¿Los medios de comunicación manipulan nuestra conducta?

Por: Luis Alfonso Acevedo Escalante

“La incultura no tiene conciencia de la realidad, la cultura sí, y la sabiduría es la autoconciencia. La cultura es el arte, la religión, la política, la economía, la ciencia y la filosofía. La sabiduría es la creación científica, filosófica y religiosa” (Arquero, I. (2019). #Opinión. Para responder esta pregunta empezaré citando al comunicador y columnista Jorge Gómez Pinilla, quien en una columna del año 2015 se refirió a la manera en que los noticieros, en especial el del canal RCN dirigido en ese entonces por Claudia Gurisati. Por esos días trascurrían los acuerdos de paz en la Habana, Cuba, a la cabeza del entonces presidente Juan Manuel Santos; y con la intención de desestimar los avances del proceso y subir la imagen del expresidente Uribe, quien estaba en contra de los acuerdos, le dieron toda la pantalla a un suceso del momento. Dice Gómez Pinilla en su columna:

“No puedo asegurar que Caracol Noticias esté en la misma tónica de hacerle campaña de promoción al pesimismo colectivo, pero si algo impresionó fue el estridente coro de plañideras de ambos noticieros durante una semana entera después de que el frente Miller Perdomo de las FARC cometiera la imbecilidad de romper su fementido cese al fuego y asesinar a once soldados en Cauca. Esto representó la inyección de serotonina que el expresidente Álvaro Uribe necesitaba para reponerse del 41% de aceptación que tenía en noviembre del año pasado, y ascender súbitamente 16 puntos tras el ataque guerrillero, para ubicarse hoy en un cómodo 57%”.

Este solo es apartado de la columna y un ejemplo de lo que plantea el autor, pero es suficiente para decir que los medios de comunicación “más grandes” del país hacen uso de su poder para sembrar miedo y caos. No se niega que Colombia tenga problemas de orden público; una historia de violencia de más de medio siglo, tampoco se puede desconocer que los medios solo informan un parte o nada de estos hechos, solo lo hacen cuan es más conveniente para para ellos y sus amigos que los financian, o, que a sus dueños.

Aquel atentado sí ocurrió, y es grave, pero lo que se señala aquí es la manera en que los medios de comunicación cubrieron la noticia; desde los titulares, los relatos de los periodistas y el tiempo que dedicaban a lo ocurrido; todo para desmeritar lo que se estaba negociando con el grupo armado y para que las personas terminaran dudando del proceso y restarle credibilidad. En muchos sectores de la sociedad lo lograron.

Para seguir respondiendo la pregunta, pondré como ejemplo las elecciones presidenciales de 2018, y que dieron como ganador a Iván Duque Márquez, y cuya estrategia fue de nuevo el miedo. La tarea de los partidos afines al candidato, ahora presidente, era enviar el mensaje: al ganar el candidato de la oposición, Colombia caería en la “desgracia” del país vecino, Venezuela. Por su parte, los medios de comunicación (RCN y Caracol) se dedicaron, en todas sus emisiones, a mostrar la crisis que se vivía al otro lado de la frontera: historias de vida, recuentos históricos, desplazamiento, etc. Este discurso, orquestado por los medios llevó a Iván Duque Márquez a la casa de Nariño.

Las estrategias de distracción o cortinas de humo, son otra de las jugadas que los medios utilizan para que desviemos la atención de lo verdaderamente importante: los mundiales de fútbol, las alfombras rojas, los reinados de belleza, los programas de farándula, la telenovelas, los reality show y toda un alista de etcéteras para entretener.

Otro ejemplo de distracción ocurrió el 21 de noviembre de 2019, (21N) cuando miles de personas en diferentes ciudades de Colombia marcharon de forma pacífica, exigiéndole al gobierno que despierte y cumpla con sus promesas de campaña; que se comprometa con la salud, la educación, la cultura, el medio ambiente, la seguridad, y que sobre todo, ayude a cumplir los acuerdos de paz… nada de esto se ha logrado en 15 meses de gobierno, ni un asomo, ni un intento, absolutamente nada.

Posterior a la marcha, el presidente solo se refirió a los desmanes que se presentaron por parte de los infiltrados que nada tenían que ver con las reclamaciones de los ciudadanos. En su alocución solo se dedicó a vociferar en contra de quienes ocasionaron daños, pero no se refirió en ningún momento a las peticiones que hicieron los marchantes.

Y si queremos un ejemplo más actual, vámonos al “salva vidas” que representó para los recientes escándalos la aparición del Covid-19, una pandemia que paralizó el mundo y rebozó la agenda mediática en todo el globo terráqueo. A la “Ñeñe política” y el laboratorio de droga en la finca del Embajador Fernando Sanclemente, les cayó de perlas la noticia del Covid, estos hechos se destaparon al unísono con el coronavirus.

El primer escándalo se refiere a los audios de whatsap y conversaciones telefónicas reveladas por la revista semana, donde se comprobaba una presunta compra de votos y una relación estrecha del presidente actual con el ganadero José Guillermo Hernández-el Ñeñe- acusado de tener nexos con el narcotráfico y asesinado en un atraco el 2 de mayo del año pasado. El segundo tiene que ver con un laboratorio de cocaína en la finca del mencionado embajador, el cual manifestó no tener conocimiento de la situación, no obstante renunció a su cargo y hace parte de la investigación de la fiscalía.

Estos ejemplos nos sirven para demostrar que las estrategias de manipulación están presentes en la sociedad actual. Acá no se trata de satanizar a todos los medios de comunicación, es cierto que existe una pluralidad de los mismos, pero desafortunadamente, los grandes emporios de la comunicación, cuyos dueños son los grandes empresarios del país, ya llevan una gran ventaja, no solo en años sino en seguidores; seguidores que mayoritariamente son personas afines a los partidos de gobierno o que no tienen la opción de consumir otros contenidos, bien sea por cuestiones de conectividad o porque sencillamente no los conocen.

De otro lado, en muchas ocasiones los medios infantilizan a sus audiencias, esto lo hacen cuando les ofrecen programas basura o cuando se dedican a mostrar noticias que nada tienen que ver con la opinión pública o el interés general de la sociedad. No puede ser posible que mientras se debaten importantes proyectos de ley en el congreso que, afectan directamente la salud, la educación el medio ambiente; los noticieros nos muestren en sus emisiones la virgen que se apareció en la pared, la historia de vida de x o y persona de la farándula nacional e internacional; nos cuentan la vida de los famosos la gallina que entro al libro de los Guinness récords por poner el huevo más grande, en fin. Estos hechos pueden ser importantes para algunas personas, pero no es algo que afecte a la sociedad como tal.

Sin embargo, el panorama no es tan desalentador, aún se está a tiempo de cambiar o mitigar un poco estos asuntos de manipulación que hacen los medios y la publicidad. Hay esperanza. En Colombia por ejemplo se están creando movimientos estudiantiles, de docentes; centrales obreras, sindicatos, nuevos medios de comunicación independientes… todos con el interés de confrontar a los gobiernos de turno para que cumplan con el deber de ayudar al pueblo. Estos grupos hacen uso de las redes sociales y los medios independientes para ser escuchados. La protesta social, salir a las calles es su mayor arma. Aún falta, y mucho, pero por lo menos ya se inició un camino, se está germinando la semilla para que esta sociedad renazca y halle la democracia y la equidad social que por años le ha sido negada. ¿El camino?, la educación y una competencia mediática instalada en lo Colombianos, para aprender a elegir los medios que se consumen y no permitir que estos determinen nuestras creencias y opiniones. La opinión también tiene su espacio en Conexión Sur.

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