Cinco años y medio han pasado desde que los habitantes del bloque 5 de la urbanización Villa Javier, en Andes, fueron evacuados de manera preventiva de sus viviendas por un deslizamiento que se presentó en un terreno adyacente la madrugada del 13 de septiembre de 2017. Desde entonces, las familias han vivido de ilusiones y promesas de retorno que aún no se concretan. Aseguran además que las gestiones del Gobierno local no han sido suficientes.
Ante esta situación, los habitantes de ese bloque se reunieron nuevamente este martes 21 de febrero al frente de lo que en algún momento fue el lugar al que llegaban a descansar, esta vez para exigir una vez más que se reactiven los servicios públicos, les permitan retornar a sus casas y evitar las serias dificultades que enfrentan actualmente.
“Lo que hemos pedido hace más de 5 años es que nos colaboren con la construcción de un muro de contención que es necesario y que le corresponde al municipio. VIVA construyó unos pilotes cerca al bloque y dicen que ya cumplieron con la parte técnica de ellos. El Gobierno local no ha gestionado, ni ha elaborado ningún proyecto para la construcción de ese muro y hemos tenido que lidiar con la negligencia de esta alcaldía y de la anterior”, afirmó Luz Bibiana Ramírez Cortés, propietaria de una de las viviendas.
Los habitantes del bloque han recibido desde el momento de la evacuación 250 mil pesos para el pago del arriendo, dinero que aseveran es insuficiente si se tiene en cuenta el alto precio de los alquileres y que la mayoría de las personas que tienen vivienda allí se encuentran en situación de discapacidad o son adultos mayores, eso sí, el impuesto predial llega sin falta revelan los propietarios.
Jornada de protesta, contadores robados y zona en la que se requiere muro de contención.
Otra problemática que ha empezado a tomar fuerza es la del robo de los contadores, por lo menos dos o tres apartamentos por piso han sido objeto de los delincuentes, ante esta situación la lideresa informó que esto se debe a la falta de vigilancia que se prometió para el edificio mientras no estuvieran allí. “A las casas les suspendieron el agua, la luz y el gas. Nos encontramos con la sorpresa de que se están robando los contadores del agua y la alcaldía había quedado comprometida con la vigilancia las 24 horas del día y nos hemos enterado que los días viernes, sábados y domingos no se cuenta con ese servicio”.
Los habitantes insisten en que si bien los movimientos de tierra se dieron cerca del bloque en el que vivían, sus apartamentos no han presentado grietas que indiquen algún tipo de alarma. “Estamos muy afectados y con mucha necesidad de que nos devuelvan la casa. Esta es una casa muy buena, muy amañadora y estamos a paz y salvo con el impuesto predial y los servicios. La casa está bien parada, sin grietas” insistió Rosalba Franco, habitante del bloque 5 de Villa Javier.
La situación es tal que algunas familias han tenido que separarse puesto que con los recursos entregados no alcanzan a conseguir una vivienda que todos puedan habitar, ese es el caso de Ramón Gustavo Acosta Mejía. “Estamos siempre rodando y buscando un apartamento barato porque los 250 mil pesos no alcanzan y cada año los arriendos suben y eso nos afecta. La familia se desintegró prácticamente porque había que conseguir una casa más grande y por ese dinero que entregan no se consigue”.
Por lo menos 60 personas se ven afectadas con esta problemática subrayan los líderes del bloque, quienes agregan que han establecido todas las acciones que han estado a su alcance, pero no han sido escuchados por ninguno de los entes territoriales.
Conexión Sur se encuentra a la espera de las declaraciones de las autoridades locales respecto a esta situación.
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