Ni la lluvia o el frío que ayer caracterizaron este martes 22 de agosto, lograron medrar los ánimos de la juventud jardineña, que, tras la denuncia de agresión sexual de una estudiante de la I. E. Miguel Valencia, decidió unirse para exigir respeto por su vida y su integridad física y emocional.
Samuel Rendón, uno de los estudiantes que lideró la convocatoria, expresó que se logró el objetivo: levantar su voz y generar conciencia sobre la importancia de velar por su cuidado. “Seguimos velando por los derechos de los estudiantes y de todas las personas. Esperamos que la gente nos escuche y sigan replicando el mensaje. Que cuiden a las mujeres y busquemos la justicia”.
Y sí, en algún momento, los ánimos se caldearon; no tanto por parte de los estudiantes, sino por cuenta de otros ciudadanos, como una joven que, en un tono más airado, destacó el objetivo de la comunidad académica de la institución y conminó a los habitantes del pueblo más bonito de Antioquia a no callar, ni dejar pasar, casos de abuso que según afirmó, se presentan en este municipio. “Me siento muy orgullosa porque la institución de ustedes se está parando tan duro, porque yo estuve en el liceo y el apoyo es poco y las injusticias que hay en este pueblo son muchas y nadie se para”.
Jóvenes protestaron con pancartas por las principales calles del municipio. Fotos: cortesía.
María Paulina Cardona la personera de la I.E. Miguel Valencia, por su parte, agradeció el apoyo del personal docente de su colegio y también de la I.E. San Antonio, del casco urbano, dónde pudieron replicar su mensaje. Agregó que las puertas de la comunidad educativa que representa están abiertas para acompañar a cualquier joven que necesite ser escuchado y asesorado para la activación de la ruta oficial de las denuncias de abuso. “Queremos que los derechos de todos y todas dejen de ser vulnerados, no es solo el contacto físico, los actos verbales también son hirientes. Queremos decirles a las personas del municipio que no están solos, que si en algún momento se sienten acosados o intimidados en donde sea, nos lo pueden hacer saber y van a contar con el respaldo de todos nosotros y es una lucha que seguirá en pie porque queremos hacernos respetar”.
La manifestación logró así su cometido y hoy, la ciudadanía de un pueblo cuya historia devela una tendencia a ocultar los actos vergonzantes para conservar el buen nombre, ha tomado más conciencia sobre la importancia de hacer que prevalezca la protección de los derechos y la dignidad de sus habitantes por encima de cualquier concepto que se crea, pueda llegar a enlodar el atractivo de Jardín.
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