Desde tigrillos hasta osos hormigueros, pasando por decenas de especies de aves y ni que decir de insectos, anfibios y reptiles. Todo, en un terreno poco mayor a una hectárea. Tales especies habitan el bosque que rodea el bloque de aulas de la Universidad de Antioquia Campus Andes y ello es posible saberlo gracias a los estudiantes de Biología Luis David Montoya y Santiago Cañaveral, quienes, por iniciativa propia, formaron el grupo Biología y Conservación Ecológica -BIOCE- UdeA.
"Es un trabajo muy importante para propender por la conservación de la fauna de nuestra universidad. Recientemente identificamos por ejemplo un guepardus pardinoide (tigrillo), una especie que fue descrita solo hasta este año y nos asombramos bastante al descubir que acá la tenemos. También hemos visto tairas (nutrias terrestres), guatines, zorros, iguanas; mejor dicho, una variedad que la verdad impresiona porque este es un bosque aislado, rodeado por potreros y cultivos de café y uno no se alcanza a imaginar toda la vida que alberga", precisó Santiago Cañaveral.
Su trabajo es riguroso. En jornadas que inician a las 6:00 a.m. -incluso antes- estos biólogos en formación, vestidos como lo amerita su labor, se adentran en la zona vegetal adyacente al bloque de aulas de la universidad y pacientemente con cámaras, binoculares y hasta un telescopio, registran los animales que logran observar.
"Empezamos realizando un conteo de las aves que veíamos cotidianamente en la universidad, porque nos apasiona su observación y hasta el momento hemos logrado identificar 141 especies diferentes, además de 7 especies de mamíferos", dice con entusiasmo Luis David Montoya.
Para compartir los avances de su trabajo, Luis David y Santiago tienen una página en Instagram llamada precisamente BiOCE UdeA a donde constantemente suben registro fotográfico y audiovisual que resulta de su labor; es decir, son generadores de contenido EDUCATIVO.
Allí se puede aprovechar una iguana relajada enla rama de un árbol, un pájaro carpintero adecuando un nido, un yaguarundí paseando por el bosque y decenas de especies más. Ello les impulsó a presentar un proyecto de investigación:
Este ejercicio es edificante y ahora estamos buscando recursos con una O.N.G. que nos permitan hacer más por las especies y en su planteamiento nos están ayudando los profesores. De verdad, cada que logramos identificar una nueva especie, nos llenamos de mucha felicidad porque sabemos que es el paso fundamental para salvar este bosque que nos rodea y que es un ecosistema en equilibrio, pese a que sus alrededores han sido ocupados o intervenidos por el hombre, afirmó Santiago.
Ambos jóvenes, no mayores de 20 años, son la muestra fidedigna del aporte que la Universidad de Antioquia genera en la región, abriendo alternativas de formación y sentimiento de logro personal y profesional al realizar un trabajo que ellos mismos califican como regocijante, pues marca la pauta en pro de la conservación de un bosque, que, por pequeño que sea, es la casa de cientos de especies que también hacen parte del Campus Andes.
#ConexiónSur, conectados con la educación.
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